Tras su eliminación, el equipo japonés habló con los medios, limpió el vestuario y dejó una nota de agradecimiento.

 

Un gol en el minuto 94 sentenció el destino de Japón en el Mundial, en cuestión de 25 minutos anotó tres goles que dejaron al equipo de Akira Nishino eliminados de la Copa del Mundo. Sin embargo, la derrota demoledora no fue suficiente para quitarle a Japón su ejemplaridad.

 

 

Al terminar el partido, y a pesar de la tristeza, el equipo asiático se tomó el tiempo de hablar con los medios, de limpiar el vestuario que habían usado y, hasta, de dejar una nota a los organizadores que decía «gracias» en ruso.

 

 

 

 

Pero los jugadores no fueron los únicos ejemplares, sus seguidores tampoco dejaron que la tristeza de la derrota ante Bélgica nublara su actuación. Cuando el partido llegó a su fin, los japoneses se quedaron en el estadio a juntar la basura que había quedado en las gradas, algo que habían hecho también en los partidos anteriores.

 

Fuente: elpais