Por su puesta en escena, llena de luces y colores, Coldplay es una banda ideal para cerrar un festival tan imponente como el de Glastonbury. Ayer, Chris Martin y los suyos fueron el broche de oro de la edición número 34 y se dieron varios lujos, como invitar a Barry Gibb de los Bee Gees para hacer “Stayin’ Alive” y “To Love Somebody”, desempolvar una versión de los Viola Beach (“Boys That Sing”) y cantar un tema con Michael Eavis, el creador del festival. La banda siguió presentando temas de su último disco (A Head Full Of Dreams), mechados con clásicos de toda su carrera, como “Clocks”, “Yellow” y “Fix You”. Una noche que nunca se olvidarán.

El Glastonbury dejó grandes momentos este fin de semana. Hubo varios homenajes a Bowie (Madness versionó “Kooks” y The Last Shadow Puppets hizo “Moonage Daydream”), Hot Chip y Fatboy Slim recordaron a Prince, Damon Albarn habló del Brexit, James Murphy volvió con LCD Soundsystem, y Jeff Lynne revivió temas de la Electric Light Orchestra.

¿Más música? Sí. Muse se coronó en la noche del viernes con un set explosivo, y Adele fue la gran protagonista del sábado. PJ Harvey presentó su flamante The Hope Six Demolition Project, y hubo buenas actuaciones de Beck, New Order, Tame Impala, Sigur Rós, The 1975 y Foals. Un festival para todos los gustos.