Lionel Messi finalmente desmintió las versiones sobre la adquisición del automóvil más caro de la historia, iniciadas por la revista Bleacher Report.

Según había publicado el medio estadounidense, la firma Proto Organization, había emitido un comunicado en el que se informaba que el coleccionista anónimo era el futbolista del Barcelona.

El Ferrari 335 S Spider Scaglietti de 1957 fue subastado en París, Francia, por 28,3 millones de euros (32 millones de dólares), que tras sumar los gastos administrativos tocó los 35 millones de dólares, para convertirse en el vehículo más caro de la historia.

El mejor futbolista del planeta publicó en su cuenta de Instagram una imagen de sí mismo señalando un coche de juguete, similar al de la película de dibujos animados Cars, acompañada de la frase: «El nuevo auto que dicen que compré».