Chris Rock arrancó muy fuerte con un monólogo muy aplaudido y centrado plenamente en la polémica protagonista de estos Oscar: la ausencia de nominados negros. De hecho, ha sido el tema que ha presidido toda la noche en una gala que, a pesar de durar tres horas y media, ha transcurrido a buen ritmo y con muchos momentos en alto. Volviendo al monólogo inicial, Chris Rock ha lanzado dardos tanto a la Academia como a los que pidieron el boicot a la gala. Incluso proponía una nueva modalidad de In memoriam para este año: solo con los negros asesinados a tiros por la Policía. O una categoría separada para «mejor amigo negro» en los premios. Entre risas y bromas («¿Jada Pinkett Smith boicotea los Oscar? Es como si yo boicoteara las bragas de Rihanna, «¡no me han invitado!»), comparaba las oportunidades que tienen los negros y blancos en Hollywood. En realidad, dijo, los Oscar nunca han tenido demasiada diversidad. «En los años cincuenta estaban preocupados con problemas reales. Cuando tu abuela está colgando de un árbol es muy difícil preguntarse quién va a ganar el Oscar al mejor documental extranjero». Chris Rock ha disparado a dar y ha dado en la diana.