El fundador de Al Qaeda, Osama Bin Laden, dejó por escrito en cartas y otros documentos cómo repartir tras su muerte sus al menos 29 millones de dólares en fondos y posesiones, pidiendo quela mayoría de ello se destinara a seguir con la yihad global.
Una de las cartas, que forma parte de 113 documentos tomados por las fuerzas especiales estadounidenses en el asalto de mayo de 2011 en el que mataron a Bin Laden, fue descripta por oficiales de Inteligencia estadounidenses como la que sería su última voluntad.
La agencia Reuters y la cadena de televisión ABC han tenido acceso exclusivo a los documentos, que han sido traducidos del árabe y desclasificados por las agencias de Inteligencia estadounidenses. Forman parte de un segundo grupo de documentos que fueron incautados en la operación y que han sido desclasificados desde mayo de 2015. Todavía queda una gran cantidad sin haberse publicado.