Francamente, Paul Mc Cartney estaba deprimido , sin sabe qué hacer, aquel verano del año 1987. El peso de la púrpura era excesivo tras el fracaso de su sexto álbum en solitario, “Press to play” , una solemne , caballerosa y sublime caída hacia el infierno artístico.

Un tanto nervioso, desesperado, llamaba a músicos famosos para tocar los fines de semana en un estudio del este de Londres . “Jam Sessions” con Johnny Marr de los Smiths, Terry Williams, Elvis Costello e incluso con Trevor Horn, el productor de moda, bajista como Paul. Pero no sacó nada en limpio.
Siempre que sufre crisis de imaginación , recurre a las “raíces” como bote salvavidas , como John Lennon en su travesía durante “lost weekend” , con el escandaloso disco “Rock and roll” , producido por Phil Spector. Así que el 20 de julio , Paul reclutó un nuevo grupo en aquel estudio de espantapájaros que era su molino de Sussex . Llamó a Mick Green, un veterano guitarrista que conocía de los días del Cavern de Liverpool , a Mick Gallagher, el excelente teclista de Ian Dury y los Clash, y Chris Whitten , un batería de la vieja escuela .
A la primeras horas ya estaban grabando , como en los viejos tiempos del rock and roll, sin ensayos, al grito de “A- One , Two , Three , Four! Well a I gotta girl with a record machine” , como en los viejos tiempos del Cavern , sólo viejo rock , al estilo de 1957, pero treinta años después. Los temas se grababan en una sala toma, quizá en dos , pero caían como viejas manzanas: “Lucille”, “Lawdy Miss Clawdy” , Midnight Special,” , “That´s alright Mamma”, etc.. Tras unas pocas horas intensas, Paul decidió seguir grabando el siguiente día , 21 de julio. Atacaron todo el viejo repertorio que Paul sólía tocar con los Beatles, en Hamburgo . En dos días, grabaron veintidós canciones, veintidós clásicos, incluido “I saw her standing there” de los Beatles, del propio Paul.