El 2008 fue el año en el que la música blanca se tiñó de negro. Amy Winehouse, Duffy y Adele conformaron un microejército de jóvenes, mujeres, cantautoras de neo-soul y británicas que conquistaron las listas de ventas mundiales. Gracias a ellas, la hegemonía musical de las islas se impuso como no ocurría desde tiempos del britpop de Blur, Oasis y Suede.
La estrella de Adele no fue inmediata, pero pronto demostró contar con la personalidad más contundente todas ellas. No solo es la única superviviente de esa generación nacida en la era del iPod y MySpace, también rompe cifras de ventas cuando ya nadie compra discos: cerca de 60 millones de copias en 8 años. Logra récords solo ostentados por The Beatles y cada uno de sus movimientos y opiniones se convierte en un fenómeno viral.
Al margen de su evidente talento vocal, estas son algunas de las razones de su éxito:
Seducción sonora
Su gran éxito, Someone like You, cuenta al parecer con un arma secreta que puede explicar la ciencia. En los años 90, el psicólogo británico John Sloboda pidió a un grupo de melómanos que identificaran pasajes de canciones que les provocaban una reacción física, como por ejemplo el lloro. Con los momentos seleccionados, se analizó el denominador común y descubrió que en casi todos ellos aparecía un recurso musical llamado appoggiatura.
Se trata de un adorno musical que no coincide con el acorde de la canción. Al generar una leve disonancia, dispara la tensión del oyente, explicaba en su momento The Wall Street Journal: «Cuando la melodía se recompone de esa pequeña ruptura, la tensión desaparece y se desata un sentimiento positivo».
Someone like You es una de esas canciones con appoggiatura, cita el artículo. Quizá por eso la interpretación el directo de este tema, en los premios Brit Awards del 2011, es una de las más exitosas de la cantante en YouTube, con 158 millones de visitas.