El 2016 es un año durísimo para los amantes del pop. A la muerte del camaleónico David Bowie se suma otro artista que hizo un culto de sus cambios de look: Prince.

Pero con la reciente muerte del astro estadounidense, sobrevuela el fantasma de otro ícono del género: el de Michael Jackson. El vínculo musical con el Rey del Pop (como así también su enfrentamiento artístico, fogoneado por los medios) es conocido, pero también se pueden tejer algunas coincidencias con el triste final de ambos.

Michael Jackson falleció el 25 de junio de 2009 en su mansión alquilada en Holmby Hills, luego de una larga y polémica noche junto a su médico de cabecera Conrad Murray. Prince también pasó sus últimas horas en su casa. En Paisley Park, su residencia-estudio en Chanhassen, la ciudad del estado de Minesotta. Ambas muertes, en los primeros momentos, estuvieron sembradas de incertidumbre. Aún la de Prince, hasta ahora.

Días atrás, en la noche del jueves 14 de abril, Prince Rogers Nelson, ofreció un último concierto en Atlanta. Al volver a su ciudad, una gripe y una supuesta infección pulmonar le generaron una descompensación mientras viajaba en su avión privado. El episodio fue tan severo que debió aterrizar de emergencia, y el artista fue internado de urgencia en un hospital de Illinois.

El momento artístico en el que Michael muere también, al igual que Prince, lo encontró en acción. Poco más de tres meses antes de fallecer, él había anunciado su vuelta a los escenarios para la gira This Is It, con diez conciertos iniciales en Inglaterra, durante el mes de julio, y -debido a la demanda por el anuncio- se agregaron cuarenta fechas más.

Los vínculos entre Prince y Michael, son varios. Por ejemplo, en la apertura de la gira norteamericana de Prince en Toronto, Canada, en noviembre de 2011 fue con sorpresa. Allí él homenajeó a Jackson interpretando una versión del tema Don´t Stop Till You Get Enough. No olvidemos que dos (de los tres hijos) del Rey del Pop, se llaman Michael. Pero antes de su nombre hay seis letras: Prince.

Por último, una perla audiovisual: en agosto de 1983, James Brown se presentó en el Beverly Theater de Hollywood. Dicho concierto quedó marcado ya que se presentaron juntos, nada más ni nada menos, que dos jovenes talentos: Michael Jackson y Prince. A disfrutarlo y recordarlos.