En el correr del presente mes, el controvertido cantante ha sido el protagonista de los noticieros de espectáculo en múltiples ocasiones por diversas razones que lo han encumbrado entre el amor y el rechazo de los melómanos del rock.

Primero vino el reenamoramiento con sus fans luego del anuncio de unión con sus viejos compañeros Slash y Duff para girar una nueva aventura con Guns N’ Roses en varias ciudades de Estados Unidos y Latinoamérica.

Días después, Axl apareció nuevamente en los encabezados tras fracturarse el pie izquierdo mientras ofrecía un concierto sorpresa en un pequeño auditorio de Los Ángeles, previo al arranque de la gira de reencuentro de Guns, encendiendo las alarmas, pues se temía que el incidente pudo haber cancelado el tan esperado tour.

Sorpresivamente, el rubio rockero hizo un esfuerzo y empotrado en un trono con el pie enyesado estrenó la gira en Las Vegas, conquistando aún más a sus seguidores por el gesto de profesionalismo, ocupando así nuevamente los titulares de todos los noticiarios.

Días después, Rose otra vez dio de qué hablar durante la presentación de Guns en el Festival Coachella, pues sorpresivamente presentó en el escenario a un invitado muy especial: Angus Young, guitarrista y líder de AC/ DC. En esa ocasión ambos interpretaron los éxitos de la banda australiana «Whole Lotta Rosie» y «Riff Raff», vaticinando lo que ya para todos era un secreto a voces.

Un día después del evento antes mencionado, todo se hizo oficial con la publicación de un comunicado de prensa: Axl Rose sería el nuevo vocalista de AC/DC para cumplir una gira de conciertos por Europa y Estados Unidos que la banda australiana tuvo que suspender, luego de que su cantante original, Brian Johnson, abandonara el tour por problemas de audición que lo ponían en riesgo a una sordera total.

Las críticas a favor y en contra inevitablemente llegaron. Aún no terminaba de encenderse el ánimo de los fans por el reencuentro de Guns y Rose, el eterno polémico personaje del rock, ya estaba embarcándose en un nuevo capricho, argumentando que su tarea con AC/DC no impediría el accionar de la gira de reagrupación.

¡Vaya que a Axl le gusta meterse en controversias! La comunidad seguidora de AC/DC ya ha levantado la voz y ha emitido a través de las redes sociales su parecer acerca de la incorporación de Rose a la banda, calificándola como una falta de respeto hacia la trayectoria de Brian, quien fue sustituido de inmediato sin dar oportunidad a una posible recuperación auditiva.

Ante el hecho, personalmente prefiero mantenerme no en una óptica negativa, pero sí en una escéptica por varias aristas.

En primera, si bien Axl aún posee cualidades vocales aceptables (ya lo demostró en sus primeros conciertos con Guns), es complicado que su temperamento y personalidad artística sea compatible con los exigentes seguidores de AC/DC y con la misma obra musical de la banda.

En segunda, porque a todas luces la incorporación de Rose pareciera ser un estratagema de marketing por parte de Angus Young, quien a toda costa está decidido a no dejar morir a AC/DC, sin importar poner en riesgo la fidelidad de los fans que han seguido a la banda por más de 35 años.

De igual forma, no se necesita ser muy inteligente para pensar que el ahora doble empleo de Axl Rose acarreará problemas en la logística y el ánimo de los tours de ambas bandas; no puedes servir de igual forma a dos amos, y sobre todo si son del calibre de estos dos gigantes del rock mundial.

Muchos opinan que AC/DC debió haber puesto un digno fin a su gran trayectoria tras la salida de Johnson (al menos en sus presentaciones en vivo, pues se presume que el original vocalista aún podría trabajar con la banda en el estudio de grabación, luego de su rehabilitación).

Otros, prefieren dar el mérito de la duda a Rose y mantenerse a la expectativa de lo que él pueda hacer como el nuevo frontman de AC/DC.

Tiempo al tiempo, la mejor opinión siempre será la de la mayoría del público.

Por mi parte, y como fan de las dos bandas, de manera escéptica (insisto) estaré atento a esta extraña fusión de talentos, esperando que el resultado sea el mejor posible para bien de ambas. Prestigio, historia, respeto; hay mucho en juego.