La historia de la música tiene cientos de casos en los fanáticos se obsesionan tanto con sus ídolos que fueron capaces de hacer cualquier cosa como revisar su basura, cortarles el pelo, hacer santuarios o hasta matarlos.
En este caso vamos a hablar de una extraña obsesión: un fanático de Foo Fighters quiere comprar a Dave Grohl. Sí. Hasta acá parece que la noticia es que alguien tenga semejante idea retorcida. Pero no, lo más extraño de esta noticia es el métido que este tipo piensa a usar: juntar la plata y comprarlo.
Para eso, Frank Pain, que trabaja en una radio de rock, inició su propia fundación para tratar de recolectar 35 mil dólares. (Sí, no solo la idea es delirante sino el precio que pretende pagar es irrisorio).
La idea de Frank es poder «pasar buenos ratos y hacer ‘high fives'». «Soy su más grande fan y me di cuenta de que puedo juntar suficiente dinero para comprarlo, así podríamos salir a dar la vuelta y chocar esos cinco todo el tiempo. Diablos, incluso podría darle un abrazo de hermanos o dos», cuenta este extraño personaje.
Obviamente el mundo lo trató de loco, pero lo que no sabían de este protagonista en realidad tiene una causa realmente noble: el dinero recolectado para «comprar a Grohl» será destinado para ayudar a personas con autismo. «Quería hacer reír a las personas un poco y exponer su lado positivo», contó.