El caos se apoderó de las calles de Estambul y Ankara en Turquía, horas después de que un grupo del Ejército anunciara que había «tomado el poder», lo que creó confusión y provocó varios choques entre los militares y los seguidores del régimen de Recep Erdogan.

Al menos 161 personas han muerto en todo el país, según datos de la Fiscalía general citadas por el diario Hürriyet. Poco antes, la Fiscalía del distrito de Gölbasi en Ankara había asegurado que ha habido 42 muertos sólo en la capital.

En tanto la agencia estatal de noticias Anadolu informó que los heridos ascendían a 1154.

Por su parte, el primer ministro, Binali Yildirim, afirmó que los cabecillas de la rebelión son unos 40 altos mandos, principalmente coroneles pero también algunos generales, uno de los cuales habría muerto durante el golpe. Además, informó de que unos 1563 militares han sido detenidos. Según fuentes oficiales 29 coroneles y cinco generales fueron removidos de sus cargos.