Bono nunca imaginó que sería testigo de la masacre en Niza. El cantante de U2 se encontraba cenando junto a unos amigos en la terraza de un restaurante de Niza. Anne-Laure Rubi, dueña del local, le contó a la revista La Parisienne, que dio instrucciones a sus empleados para que cierren el lugar para cuidar a sus clientes. En ese momento también estaban en el lugar el exalcalde de Niza,Christian Estrosi, y el famoso chef Alain Ducasse.

«Bono tuvo que poner las manos detrás de su cabeza, como todos nosotros, y se le pidió que mantuviera la calma» contó un testigo.

En noviembre la banda tuvo que suspender un show en París luego de los atentados. “Debido al estado de emergencia que vive Francia, el concierto de U2 previsto para el 14 de noviembre no se llevará a cabo…Esperamos que nuestros fans en París estén bien”, destacó U2 en un comunicado.