The Graduate era un grupo del sello independiente Rialto Records. Una compañía que hizo otros dos artistas muy importantes: los Korgis y Sniff and Tears. The Graduate sorprendió a todo el mundo con su éxito «Elvis should play Ska»

En The Graduate estaban Roland Orzabal y Curt Smith, que en el año 1981 abandonaban Rialto records para formar otro grupo, un dúo al que le pusieron Tears For Fears, pero con el sello Mercury. Un año después sorprendían con ‘Pale Shelter’, habían cambiado el sonido completamente.

Con el gran Roland Orzabal a la cabeza-él era el autentico cerebro- utilizaban la técnica y la vanguardia, como muy pocos, influenciados, naturalmente, por Peter Gabriel y la Linn, el Fairlight, la Simmons, etc. Al año siguiente se superaban aún más con ‘Mad World’ y ‘Change’. Decididamente había algo excepcional en Tears for Fears.

Después de lanzar ‘Mothers Talk’ y ‘Shout‘, dos maravillosos singles, Tears for Fears publican en febrero de 1985 su segundo álbum. Le llama Roland Orzabal, «Music From the Big Chair«, porque estaba influido por el poder melodramático de la película Sybil, una mujer que tenía múltiples desordenes de carácter y se sentaba con su psiquiatra en una «gran silla». Título elogioso y formidable.

Todas las canciones del album son absolutamente sensacionales ¿por qué? porque Tears For Fears se aprovechan de todos los revolucionarios métodos de los años ochenta, con inteligencia y una inteligencia musical sublime. Una vez más la percusión es decisiva en la música.

Chris Hughes es el arquitecto de los edificios maravillosos, en materia de arreglos, de acordes y de percusión de todo este álbum increíble. ‘Broken’ es un ejemplo asombroso de todo ellos. Por eso, tras este álbum Chris fue devorado por Robert Plant, Paul Mc Cartney, Peter Gabriel y fagocitado por Trevor Horn. Increíble Chris. Escucha como toca la batería en ‘Shout’. Es un espectáculo. El conduce la canción a donde quiere.

Pero posiblemente la gran magia del álbum se sustente en el embrujo de una canción como ‘Everybody wants to rule the world’.

¿Qué tiene de excepcional esa canción? una vez más, Hughes es determinante. Cuando le dieron la maqueta era un tema a cuatro por cuatro. Lo normal en el pop. Fue a Chris a quien se le ocurrió pasarla a tres por cuatro y conducirla a territorios increíble en el mundo del pop.

No es fácil crear éxitos con un tres por cuatro, pero la canción está tan sublime que se relame de original. Michael Jackson probó a tres por cuatro en ‘The way you make me feel‘, en el álbum «Bad». A Michael le encantaba el tema de Tears For Fears, que fue numero uno en los Estados Unidos.

Roland Orzabal nunca le dio palio a esa pequeña melodía, a esa pequeña letra y a la música que la había desarrollado el gran Ian Stanley, en ese momento uno de los miembros del grupo. Ni siquiera consideró meterla en el álbum. Chris se empeñó y fue la última incorporación al disco. Decisivo.

Hasta el final de ‘Listen’ es casi un instrumental que rompe toda la imaginación de un músico y de un aficionado a la música. Grabado en una SSL, con analógico y digital, el álbum es una de las joyas del siglo XX. Todavía no ha perdido ni peso ni elegancia ni poderío.