Las contribuciones de Alan Parsons al álbum y la película “Let It Be” de los Beatles se escucharon pero no se vieron. Ni rastro de él en la película de 1970. Pero Alan espera que eso cambie gracias a la serie documental “The Beatles: Get Back” de Peter Jackson, cuya primera parte estrena precisamente hoy Disney+.

“No había nada de mí en la película Let It Be original”, ha declarado a Ultimate Classic Rock Parsons, que ejerció como ingeniero asistente en el proyecto. “Pero Peter Jackson me prometió que sí me verán en su película”.

Y así va a ser en mayor o menor medida, Parsons, de hecho, ya sale en alguno de los trailers iniciales presentados. En este breve clip de “Get Back” se le puede ver perfectamente a los mandos con Glyn Johns y George Martin en 0′ 22″.

El documental “Get Back” de seis horas de duración se transmite durante tres noches, del 25 al 27 de noviembre, es decir, hoy, mañana y pasado, con el famoso concierto de 42 minutos de la azotea íntegro. The Alan Parsons Project lanzaron recientemente el nuevo álbum en directo “The Never Ending Show: Live in the Netherlands”, y Parsons tiene otro set en vivo en Israel a editar el próximo año, junto con un nuevo álbum de estudio.

Parsons fue reclutado como ingeniero de sonido para ayudar a los Beatles en los estudios Abbey Road de Londres durante las sesiones de enero de 1969 que produjeron “Let It Be” una vez que el grupo se mudó de los Twickenham Film Studios al sótano de la sede de Apple Corps en Saville Road.

“Estaba en el séptimo cielo”, recuerda ahora.

“Todavía no habían dotado de personal suficiente a su estudio. Por eso contrataron a Glyn Johns como ingeniero independiente y a mí como segundo ingeniero independiente. Y ahí estaba yo, con el mejor trabajo del mundo , trabajando con la mejor banda de rock del mundo. Fueron unos días extraordinarios”.

La sesión en la azotea fue lo más destacado, agrega, a pesar de la caótica logística que la rodeó.

“Fue una decisión de último momento. Creo que solo se decidió el día anterior que pasaríamos cables hasta la azotea y enchufaríamos todos los micrófonos. Había una serie de cables que bajaban por la escalera desde el techo hasta el sótano donde estaba el estudio principal”.

Alan estaba situado en la azotea, escondido cerca del equipo, pero aún así le filmó y fotografió el equipo del director Michael Lindsay-Hogg.

“Me estaba divirtiendo enormemente. Ya conocía todas las canciones porque habíamos estado haciendo versiones de ellas en el estudio en los días previos a la azotea. Actuaron mucho mejor cuando había una audiencia allí para apreciarlas que en el sótano. Realmente se lo estaban pasando bien en la azotea”.

Parsons espera que Get Back “sea una experiencia mucho más feliz que Let It Be”, reflejando con mayor precisión las sesiones y la atmósfera más amigable en el estudio de Apple, con Billy Preston como invitado de lujo al piano y al órgano.

“No creo que hubiera una vibra realmente mala. Siempre fueron buenos amigos. Siempre bromeaban entre ellos. Creo que esencialmente estaban disfrutando de la experiencia… tal vez frustrados un poco por la imperfección de tocar todas las canciones en vivo, sin overdubs, solo ellos como banda. Estoy seguro de que la versión de Peter Jackson será mucho más divertida de ver”.

Parsons es un firme partidario de la versión “Naked” de Let It Be, así como de la mezcla original de Glyn Johns incluida en la nueva caja de Super Deluxe.

“Esa es la versión definitiva en lo que a mí respecta”, dice de la última.

Parsons, ahora con sede en Santa Bárbara, California, espera su propio aniversario: el próximo año se cumplen 45 años de la edición de “Tales of Mystery and Imagination”, el primer LP de Alan Parsons Project, después de su tiempo en Abbey Road trabajando en álbumes de Pink Floyd, Wings, Cockney Rebel, Pilot, The Hollies, Al Stewart, Ambrosia y otros.

“Sigue siendo mi LP favorito de Alan Parsons Project. Simplemente se sintió como algo nuevo, un nuevo estilo, un nuevo concepto de que el productor podría ser el artista, y estaba muy orgulloso de eso y saqué muchas ideas de mi pecho en la realización de ese álbum para el sonido que tendría el proyecto de Alan Parsons en años posteriores”.

“Nunca sentí realmente que era un artista, per se. Fue sólo una continuación de mi papel como productor, en realidad, y actué muy poco. Podría haber hecho una parte simple de guitarra acústica o un par de coros o armonías o cosas por el estilo. Pero dejé las cosas virtuosas para las personas que lo hacían mejor. Sentí que estaba produciendo un álbum con canciones que ayudé a escribir, esa era la principal diferencia. De lo contrario, era el mismo trabajo produciendo un disco perfecyo, con suerte, cada vez”.

Esto es “The NeverEnding Show”, canción y vídeo circense y beatle, y la única nueva de su doble LP en directo “The NeverEnding Show: Live in the Netherlands” (5 nov).