
La legendaria banda británica The Police vuelve a estar en el centro de la atención, pero esta vez no por un regreso musical ni por un nuevo proyecto, sino por un conflicto legal que sacude su historia. Sting, vocalista y bajista del grupo, ha sido demandado por sus excompañeros Andy Summers y Stewart Copeland, quienes aseguran que no recibieron las regalías que les corresponden por el legado musical que construyeron juntos.
La demanda fue presentada en la Alta Corte de Londres y se centra en la compañía Magnetic Publishing Limited, creada originalmente para administrar los derechos de las canciones de The Police. Según la denuncia, Sting habría tomado control exclusivo de la empresa, dejando fuera a Summers y Copeland, quienes afirman que esto les ha ocasionado pérdidas millonarias. La tensión entre los integrantes no es nueva, pero este paso marca un quiebre definitivo en las ya deterioradas relaciones.
El conflicto legal estalla en un momento particular: apenas días después de que Stewart Copeland confirmara su gira con el proyecto Police Deranged for Orchestra, donde reinterpreta los clásicos de la banda con un enfoque sinfónico. Este cruce de caminos ha encendido aún más la polémica, generando comentarios entre los fans sobre si la disputa es una casualidad del calendario o parte de una vieja rivalidad que nunca terminó de apagarse.
Más allá de lo legal, este enfrentamiento pone en perspectiva el peso que todavía tiene la música de The Police en la industria y entre los seguidores. Canciones como Roxanne, Every Breath You Take o Message in a Bottle siguen sonando en todo el mundo, recordando la grandeza de un trío que marcó una época. Ahora, sin embargo, la atención se centra en los tribunales y no en los escenarios. La pregunta que queda es si este conflicto logrará resolverse o si será la nota amarga que quede marcada en la historia de la banda.