Beyoncé ha sido galardonada con el Premio Icono de la moda de la Council of Fashion Designers of America de 2016. La intérprete se presentó a la ceremonia con un diseño de Diane Von Furstenberg y con joyas de Lorraine Schwartz por un valor de nueve millones de dólares. Sin embargo, lejos de ceñirse a un discurso convencional, Beyoncé aprovechó su momento para hablar de sus orígenes humildes y la importancia que tiene la moda en su vida. Además, también quiso hacer algunas denuncias sociales.
La intérprete de ‘Halo’, arrancaba su discurso con unas palabras con total orgullo y agradecimiento a su familia- «En la medida en la que puedo recordar, la moda siempre ha formado parte de mi vida. Sus efectos en mí se iniciaron antes de nacer. La mayoría de ustedes no lo saben, pero mi abuela fue costurera», empezaba diciendo la cantante. «Mis abuelos no tenían suficiente dinero, no podían pagar la matrícula de la escuela católica de mi madre. Así que mi abuela cosía ropa para los sacerdotes y las monjas y el uniforme para los estudiantes a cambio de la educación de mi madre», añadía con nostalgia. «Cuando empezamos en las Destiny’s Child, las grandes firmas no querían vestir a cuatro chicas negras y curvilíneas», denunció con sinceridad. «Nosotras no podíamos permitirnos diseños y vestidos de alta costura. Mi madre fue rechazada en cada salón de moda de Nueva York. Pero como mi abuela, ella utilizó su talento y su creatividad para hacer que sus hijos alcanzaran sus sueños», aseveró la artista.